(KTLA) – Los hermanos Menéndez han esperado casi tres décadas, y ahora tendrán que esperar un poco más para conocer su destino.
Erik y Lyle Menéndez comparecieron ante un juez por primera vez en 28 años en el juzgado de Van Nuys, en el sur de California, el lunes a través de una pantalla; asistieron virtualmente desde su prisión de San Diego. En el juzgado también estuvieron 16 miembros del público que tuvieron que ganar una lotería el lunes por la mañana para poder acceder a la audiencia.
En esa audiencia, un juez del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles decidió posponer la audiencia de nueva sentencia hasta finales de enero, cuando originalmente estaba prevista para el 11 de diciembre.
La audiencia del lunes, una audiencia sobre el estado de esa nueva sentencia, comenzó aproximadamente a las 10:30 a.m. Miembros de la familia Menéndez, incluidas las hermanas de la madre de los hermanos, Kitty, estuvieron presentes.
La audiencia se programó después de que el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunciara el mes pasado que apoyaba la nueva sentencia para los hermanos. También dijo que apoyaría la clemencia , que provendría de la oficina del gobernador Gavin Newsom.
El apoyo institucional a los hermanos se vio afectado cuando los votantes del condado de Los Ángeles eligieron decisivamente a Nathan Hochman para ocupar el lugar de Gascón a cargo de la oficina del fiscal.
El fiscal de distrito electo Hochman dijo a KTLA poco después de su victoria electoral que aún no había decidido si continuaría con el apoyo de la oficina a la nueva sentencia.

“Mi planteamiento, ya sea el caso de Menéndez o, sinceramente, cualquier otro caso, es el siguiente: hay que hacer el trabajo duro”, dijo a KTLA en una entrevista exclusiva. “En ese caso, hay que examinar miles de páginas de archivos confidenciales de la prisión, hay que revisar miles de transcripciones de juicios que duraron meses y hay que hablar con los fiscales, las fuerzas del orden y los abogados defensores… y con las familias de las víctimas”.
Newsom ha dicho desde entonces que esperará hasta que el fiscal de distrito electo revise el caso antes de tomar una decisión sobre el indulto.
Los hermanos han pasado casi 35 años en prisión por el asesinato a tiros de sus padres, José y Kitty Menéndez, en su mansión de Beverly Hills.
Los asesinatos nunca han sido cuestionados (la pareja admitió haber disparado brutalmente a sus padres), pero sostienen que actuaron en defensa propia después de que su padre abusara sexualmente de ellos.
El año pasado aparecieron nuevas pruebas que apuntaban a que sus afirmaciones tenían cierto peso. Roy Rosselló, ex miembro de la banda juvenil Menudo, acusó a José de abusar de él, y una carta escrita por Erik a su primo justo antes de los asesinatos detallaba las agresiones sexuales.
Los hermanos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996.